No
hace falta tener los resultados de una auditoría
acústica en Valencia para saber si los ruidos que produce un vecino son
excesivos. Son molestos, mucho. Se hace necesario aislar acústicamente nuestra
casa, porque aunque el vecino decidiera cambiar de domicilio, es muy probable
que el próximo que llegue también sea un emisor de ruidos desagradables.
Ahora bien, realizar el aislamiento acústico puede resultar una obra muy
engorrosa y cara si no se realizó correctamente cuando se construyó el edificio.
Así que cuando nos toca hacerlo, tenemos que poner especial cuidado en seleccionar
los materiales con los que vamos a aislar.
El principal inconveniente de las obras de aislamiento es que pueden reducir de
forma importante la superficie útil de nuestra vivienda, por eso, La colocación
de una plancha de 1cm de espesor de acero, por ejemplo, es una solución que se
aplica en muchos casos cuando no quieres o no puedes perder centímetros.
La lana de roca, el vidrio celular, la espuma de poliuretano, el poliestireno
expandido o el corcho, son excelentes para absorber el eco de un espacio muy
vacío, pero para aislar del ruido de otra habitación únicamente funcionan como
complemento de otros elementos.
El concepto de ruido es un elemento absolutamente subjetivo, y nuestra reacción
está influida por el nivel general de ruido ambiente que estamos habituados a
soportar. Si el ruido del tráfico, por ejemplo, se cuela por las ventanas,
parecerá que el vecino hace menos ruido, aunque los gritos de sus niños sean
realmente más fuertes.
Su única suerte es que la normativa está de su parte y
tiende a defender al vecino silencioso castigando al escandaloso. Pero para
poder demostrar con datos la ilegalidad de los ruidos que se originan en casa
del vecino, es posible que tenga que avisarnos a Acustic
Control, para que acudamos a su domicilio para realizar una auditoría acústica en Valencia.