Los proyectos de aislamiento acústico en Valencia no solo nos aportan confort, sino que protegen nuestra salud frente a un agente dañino como el ruido. ¿Cuándo se vuelve perjudicial el sonido? Podemos decir que en torno a los 75 decibelios (dB) y doloroso a los 120 dB. Para entender los efectos basta decir que nuestro oído necesitaría más de 16 horas de descanso para compensar 2 de exposición a 100 dB, una magnitud propia de un concierto de rock.
Vamos a conocer algunos niveles de ruido comunes y qué situaciones los generan. Por ejemplo, un grado bajo se sitúa entre 10 y 30 dB y corresponde al de una conversación tranquila, sin levantar la voz. De 30 a 50 dB, todo sigue estando dentro de lo normal. Soportamos estas magnitudes cuando tenemos una charla normal u oímos el ruido de un electrodoméstico o las tuberías.
El aislamiento acústico en Valencia empieza a ser necesario para niveles de ruido considerables y molestos. Entre 55 y 75 db está el sonido provocado por una aspiradora. Por encima de este electrodoméstico se sitúa la televisión a un volumen elevado, una avenida con muchos coches, una lavadora o un teléfono móvil. Superiores, entre 75 y 100 dB, son los que soportamos en un atasco.
Para detectar estos niveles es fundamental realizar estudios acústicos, muy habituales en discotecas, donde se concentran niveles de hasta 110 dB. Y aún más alto es el ruido generado por las taladradoras, el claxon de los vehículos o un festival de rock.
En Acustic Control, como especialistas en medición de ruido, hemos tenido que realizar estudios en zonas cercanas a aeropuertos. El ruido del despegue del avión puede sobrepasar los 120 dB. Lo mismo ocurre con los petardos. Estamos hablando de situaciones ya con riesgo de sordera.